Subjetividad de la Época

Subjetividad de la Época
Ernesto Perez

"No hay otro tiempo que el que nos ha tocado"
Serrat
Significantes Amos que nos determinan. Que nos arrastran a una forma de gozar es decir de sufrir.
¿ideologías?: las ideas de la conciencia individual y del imaginario social,
¿los episteme?: conocimientos que los filósofos marcan como el filo de lo discontinuo en un período.
Mentalidades que la historia construye en un momento dado. Aquello que permanece y perdura en un tiempo y que conforman una época, del griego "epéchein": lo que continua, lo que persiste...

Pero " es verdaderamente contemporáneo, aquel que no coincide perfectamente con éste ni se adecua a sus pretensiones y es por ende, en ese sentido, inactual; pero justamente por eso, a partir de ese alejamiento y ese anacronismo, es más capaz que los otros de percibir y aprehender su tiempo”. “Contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir no sus luces, sino sus sombras. Todos los tiempos son, para quien experimenta su contemporaneidad, oscuros.” Giogio Agamben

Morir es un arte,
como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece un infierno.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación.
Silvia Plath


miércoles, 5 de diciembre de 2018

¿Que se Transfiere en la transferencia?

      

 

Podemos empezar diciendo con Lacan (sem 10) que "solo el amor permite al goce condescender al deseo" es decir pasar del sufrimiento.

En este sentido la transferencia es la puerta posible de que algo real que lleva el síntoma y que se las arregla solo, salvo por su relación con  la angustia,  pueda encontrar a través del tratamiento del sentido de lo verdadero, si se cree en el inconciente,  una nueva condición de goce más aceptable.

Hacer del inconciente real, como lo plantea Lacan en el prefacio de la edición inglesa del sem 11, que no tiene relación a ningún otro, un inconsciente transferencial es nuestra apuesta. Pero sabiendo que del inconciente y sus efectos nadie se cura.

 De entrada planteamos que la transferencia se instala cuando "algo" es transferido del analizante al analista. Freud hablaba de un enlace entre representaciones. Algo se transfiere desde una representación inconciente del analizante a la representación que es el analista.

El analizante llega con una demanda de cura, viene con su síntoma y su angustia. Está en el poder del analista alojar esta demanda. Si esto ocurre si el analista logra alojar esa demanda y luego sostenerla la transferencia está instalada.

Esto significa que algo que falta del lado del analizante, este supone que el analista lo tiene y se lo puede dar.

Puesto que entra en juego la falta en el saber, en el ser y en el gozar, el analista ocupara este lugar de Suposición de saber de ser y de gozar.

 Lacan trabajó esta dialéctica del amor en su sem 8 analizando el Banquete de Platón. Se trata del amor de transferencia que Freud descubrió.

El analista al alojar la falta de su paciente se hace cargo de su angustia y entonces transitoriamente este se puede sentir amado, cuidado y reconocido. A esto Colette Soler en su libro La repetición, le llama enamoramiento primario.

Pero  justamente esto es lo que no hay que satisfacer para que haya trabajo del inconciente.

Porque  el solo hecho de hablar, en la asociación libre se moviliza la falta, y hay repetición

El analista frustra la demanda y entonces esta demanda de amor se hace radical. Así Lacan la nombra en la dirección de la cura:

 Por el intermediario de la demanda, todo el pasado se entreabre hasta el fondo del fondo de la primera infancia

No se trata que el analista no responda y quede mudo, pero no responde en el mismo plano; Pasa  del plano de la demanda a abrir la dimensión deseante.

Hay una demanda de amor radical o cero como la nombra en el sem 10. Punto de goce de la repetición. Esto enmascara y señala el objeto pulsional, y marca la modalidad amorosa que está en juego:

Hay pacientes que quieren ser reconocidos, otros que quieren ser castigados, otros vigilados, contenidos, expulsados...en fin no hay un amor típico hay amores de transferencia.

Mientras se van identificando los rasgos imaginarios y simbólicos del Otro en cuestión, el objeto de la repetición muestra su fuerza imperativa, re petición renovar la petición, en el fondo de la demanda de amor hay una demanda pulsional.

No es (como dice  J C INDART en el amor y el deseo del analista) "mama por favor tenes la amabilidad de darme un vaso de agua!" modalidad del amor en juego, sino que el niño grita en forma imperativa "quiero agua!" o solo "¡agua!" Como vemos empiezan a faltar las palabras para la urgencia subjetiva. Es que el objeto no puede ser nombrado.

Es por la transferencia de amor que eso termina en la identificación, o vía de la interpretación ese plano es atravesado y entonces se nombra el rasgo del objeto pulsional y este goce cae, aunque siempre queda un resto.  
Así Lacan en el sem 11 dice que la transferencia es la puesta en acto de la realidad sexual del inconciente. Se refiere a la puesta en acto del fantasma.

Por eso en el transcurso de la cura con cada vuelta de la interpretación va quedando un resto que construyen el fantasma fundamental de cada analizante.

En este sentido la construcción de la novela familiar es la construcción de los momentos decisivos de una historia, donde ocurrieron los traumatismos de conmemoración y  pérdida de goce.

Es la respuesta por pasar por el Deseo del Otro (Deseo del Analista). Para que esto ocurra el analista debe retener esa "nada" que es el objeto a, es decir no responder a la demanda en el mismo plano( proposición del 9 de octubre en relación a Sócrates y su respuesta a Alcibíades). Al retener la falta el analista da la negativa de su amor. Para el analista el paciente no es lo que le falta a él. No debe serlo. Aquí merece todo un tema la cuestión del dinero que reduce toda demanda de amor a cero. También juega su papel las necesidades económicas del analista que dificultan esta posición.

Si esto se sostiene , esa frustración despliega la demanda y al hacerlo lo que el amor oculta que es el objeto de goce.

Así el analista entra en la historia como Otro primero, como comodín donde se reeditan viejos amores frustrados y también como objeto.

Se hacen presentes los significantes amos de los ideales del sujeto, pero también los rasgos del objeto pulsional de su demanda inconciente.

El atravesamiento del fantasma, que Colette Soler llama atravesamiento del amor, deja huellas del lado de la identificación y del lado del goce pulsional.

Es lo que ocurre en la travesía de todo amor cuando termina,  y en general quedan marcas de dolor. Solo que en el análisis suponemos una caída de las identificaciones y una modificación de las condiciones de goce, es decir un cambio en la posición subjetiva en cuanto a los ideales y a los objetos de la pulsión.

Pero hay que decir que en este atravesamiento hay satisfacciones difíciles de romper. Persistencia de los objetos pulsionales.

Es que en ultimo termino la demanda está unida a la pulsión en su estructura,  e implica un recorte en el cuerpo y no tiene respuesta del lado simbólico.

La pulsión exige el goce. Este imposible, este goce sin mediación puede eternizar la transferencia y "hacerse mirar, hacerse oír, hacerse cagar, hacerse comer" puede hacer los tratamientos sin final, y el paciente no viene a cortar ningún goce sino que ha tomado a su analista como objeto y solo venir para su satisfacción pulsional. El analista queda reducido a objeto pulsional y esto lejos de traer angustia formar parte de su estabilidad emocional.

Aquí es donde cortar introduce el duelo. Un duelo del objeto si al irse el analizante deja su objeto o solo un duelo de la persona del analista si se lleva su objeto. Momentos cruciales de un análisis donde es fundamental el manejo de la angustia.

Podemos decir que en el comienzo de la cura el problema del analista es como hacer para hacer que el paciente "caiga en sus redes" como dice Lacan en el sem 10, y al final del análisis como hacer para cortar el vinculo.

Porque el tema es si se va con su demanda a otro lado y vuelve a su sufrimiento, o puede arreglárselas solo con su manera de gozar y hacer de esto su invento personal que lo sostenga con dignidad en su vida.

"En el recurso, que nosotros preservamos, del sujeto al sujeto, el psicoanálisis puede acompañar al paciente hasta el límite extático del "Tú eres eso", donde se le revela la cifra de su destino mortal, pero no esta en nuestro solo poder de practicantes el conducirlo hasta ese momento en que empieza su verdadero viaje"
Ernesto Perez

Presentación realizada en las jornadas de Centro Dos el 1/12/18

miércoles, 7 de noviembre de 2018

El niño y la logica

Voy a hacer un pequeño comentario de un escrito de 1971, de George Steiner que publicó inspirado en el ajedrecista Bobby Fischer . George Steiner se pregunta sobre la capacidad lógica de ciertos niños con la música, las matemáticas y el ajedrez.

"La música, las matemáticas y el ajedrez son esencialmente actos dinámicos de localización. Se colocan fichas simbólicas en casilleros significativos. Las soluciones –se trate de una disonancia, una ecuación algebraica o una impasse posicional– se logran mediante el reagrupamiento o reordenamiento secuencial de las unidades individuales y el conjunto de unidades (notas, número, torres o peones). El niño prodigio, como un adulto, puede visualizar de manera instantánea y al mismo tiempo extraordinariamente segura cómo estarán las cosas luego de varias jugadas. Anticipa la lógica, el desarrollo armónico y melódico necesario si se trata de una relación de clave inicial o de los preludios de un movimiento. Conoce el orden, la dimensión exacta de la suma o la figura geométrica antes de dar los pasos intermedios. Predice el jaque mate en seis jugadas porque la victoriosa posición inicial, la configuración más eficiente de sus piezas en el tablero, se encuentra “allí” de cierto modo, clara y precisamente enfocada por su mente. En cada caso, el mecanismo cerebral-nervioso da un auténtico salto hacia el “espacio subsiguiente”. Es muy probable que se trate de una habilidad neurológica (estamos tentados de decir neuroquímica) extremadamente especializada y aislada del resto de las facultades mentales y fisiológicas, y capaz de desarrollarse con increíble rapidez. Cualquier estímulo casual –una melodía o progresión armónica que suena en la habitación de al lado, una lista de números en la vidriera de un negocio, la visión de las jugadas iniciales de una partida de ajedrez en un café– provoca una reacción en cadena en determinada zona de la mente. Y el resultado es una maravillosa monomanía."

 George Steiner
Fragmento de “Muerte de reyes”, en Extraterritorial. Ensayos sobre literatura y la revolución del lenguaje (Ed. Adriana Hidalgo, trad. Edgardo Russo).

De que se trata este salto lógico?

 Sostenemos que es un salto de la producción del sujeto de pasar de la intuición del conjunto vacío como Uno, a la abstracción del cero: el primer objeto no real dentro del pensamiento.
Tal como planteamos en un caso presentado como el Niño Cero en la Salida del autismo en colaboración con Rennier Rios psicoanalista venezolano:
http://www.elsigma.com/colaboraciones/la-salida-del-autismo-el-nino-cero/13498

El texto plantea que en la salida del autismo se muestran de forma ejemplar los mecanismos básicos de la constitución subjetiva tal como están planteados en la obra de Freud y de Lacan.
Hemos marcado la importancia lógica del juego del fort-da freudiano en el juego del carretel relacionado con el nacimiento del lenguaje.
Y también como Lacan completa estos desarrollos apelando a la lógica matemática de Frege y Cantor.

“El carrete no es la madre reducida a una pequeña bola por algún juego digno de jíbaros -es como un trocito del sujeto que se desprende pero sin dejar de ser bien suyo, pues sigue reteniéndolo. Esto da lugar para decir, a imitación de Aristóteles, que el hombre piensa con su objeto. Con su objeto salta el niño los linderos de su domino transformado en pozo y empieza su cantinela. Si el significante es en verdad la primera marca del sujeto, como no reconocer en este caso -por el sólo hecho de que el juego va acompañado por una de las primeras oposiciones en ser pronunciadas- que en el objeto al que esta oposición se aplica en acto, en el carrete, en él hemos de designar al sujeto, a este objeto daremos posteriormente su nombre de álgebra lacaniana: el a minúscula”.


Justamente estos casos son llamados por Steiner como monomanías. Señalando una capacidad especial, que el considera neuroquímica, pero  que nosotros lo relacionamos con el juego donde junto con la constitución subjetiva el niño aprende los postulados básicos de la lógica que luego puede complejizar en forma eminente.

El escritor plantea con toda razón que hay un "reordenamiento secuencial de las unidades individuales y el conjunto de unidades (notas, número, torres o peones)".  Es decir se trata de una complejidad adquirida sobre El Uno.

Si las unidades son las marcas que asignan el número “Uno” a los objetos en tanto han subsumido el objeto real:1-2-3.... Do re mi..., torre caballo alfil..., a cada cosa se le asigna el Uno. Se puede entender que la desaparición de la cosa y que ella aparezca como objeto en el pensamiento es en tanto Una cosa. Por tal motivo el Uno es el primer objeto real dentro del pensamiento. En cambio el Cero no remite a ninguna cosa, es la escritura de la falta de objeto y por lo tanto es el primer objeto no real dentro del pensamiento.
 
Nos dice además George Steiner que "Anticipa la lógica, el desarrollo", el devenir. Es decir una vez que se constituyó el sujeto en una serie, puede preverla de antemano.
El sujeto en su constitución pasa del conjunto vacío al símbolo Cero, que es el primer objeto no real en el pensamiento y así cada cosa puede ser Una en su aparición y Cero en su ausencia.
Sabe de antemano, sinó reprime el cero que es lo más común, las casillas vacías a llenar.
Son sujetos en un punto no alcanzados por la represión primaria y pueden visualizar las casillas que son los conjuntos vacíos a llenar
Entonces, estos pequeños genios, (monomanías?) repiten una y otra vez cual es el significante que sigue y en que lugar tiene que acomodarse. Esto resulta absolutamente gozoso porque con cada movimiento del juego reafirma su razón de ser.

Ernesto Perez

miércoles, 31 de octubre de 2018

LA SALIDA DEL AUTISMO

                                 "EL NIÑO CERO" 

Este trabajo surge del intercambio con Rennier Rios psicoanalista de Venezuela residente actualmente en Bogotá. El caso que presento fue tratado por él durante tres años. El texto plantea que en la salida del autismo se muestran de forma ejemplar los mecanismos básicos de la constitución subjetiva tal como están planteados en la obra de Freud y de Lacan.

EL CASO CLÍNICO

El día que conocí al niño venía aferrado a la pierna de su madre. Le estiro mi mano y le digo hola, pero, el niño no me mira ni me habla, me ignora, no reacciona a mi mirada, ni mi voz. Mi presencia le era absolutamente indiferente. Se veía aturdido, desorientado y molesto. En ningún momento me llega a mirar a los ojos. Cerré la puerta quedándome con él a solas. Esto género que se alterara, gritara y lanzara las sillas al suelo, armo una gran pataleta, golpeó y patio la puerta del consultorio, en ese momento mostraba una expresión facial de horror, se veía aturdido. Me limite a sentarme callado y solo observar su descontrol, y parar las sesiones en el momento que él lograba calmarse. Así transcurrieron varias consultas

Hubo una sesión en particular, en la cual vi a este niño más agitado de lo habitual, pateando la puerta queriendo salir del consultorio, gritando con más fuerza. Ese día, fue él, el que marcó el cierre de la sesión, ya que, luego de unos minutos, se lanza al suelo, y con una expresión de angustia en su rostro grita “MAMA” fue la primera palabra que le escuché y vino acompañada con su mirada (me miró por un breve instante a los ojos en el mismo momento que gritó mamá). En ese momento me paro de la silla y le abro la puerta del consultorio.

En la sesión siguiente, al entrar al consultorio, ya no arrastraba los pupitres de un lado a otro de manera desorganizada, en cambio fue rodando cada silla una a una, las juntó y construyo un círculo con ellas. Yo sólo veía pasivamente como él organizaba las sillas, este ritual lo realizó durante todas las sesiones siguientes, era apremiante para él. Al construir el círculo con las sillas, él podía apaciguar su cuerpo y marcar un tiempo en las sesiones. Luego de varias sesiones, decido salir de esa posición pasiva, que me ubicaba en ser sólo espectador, y adoptar una actitud más activa, así que decido ayudarlo a organizar en cada consulta este círculo, en ese momento las sesiones se limitaban a construir juntos este círculo, al construir ese espacio, el niño calmaba su cuerpo, de una u otra forma dejaba de agitarse y su andar no se veía tan desorganizado y errático,

Luego de varios meses de tratamiento decido ir poco a poco introduciendo una diferencia. Así que, trato de introducir un tipo de vínculo más allá de solo acompañarlo a construir un espacio cerrado, entonces, luego de que el círculo está hecho yo arrugo una hoja y la convierto en una pelota de papel, la lanzo por el medio de este círculo, llega a los pies del niño quien está ubicado al otro lado, para mi asombro el agarra la pelota y me la devuelve, en este momento corto la sesión y al salir le digo a la mamá que la próxima consulta me traiga una pelota para jugar con él.

Las sesiones siguientes estaban centradas primero en construir juntos este espacio delimitado y cerrado en forma circular, luego jugar con la pelota a lanzarla dentro y fuera de este círculo, esto permitió emerger la risa del niño por primera vez. En este punto, estábamos en el orden de un intercambio, ya mi presencia para él no era tan indiferente, yo ya simbolizaba para él una presencia diferenciada. Luego de varias sesiones, este juego de lanzar la pelota se estableció a un lado de este círculo, es decir, ya no estaba esta construcción en el medio de nuestro juego, hubo un cierto desplazamiento, una variante, que consistía en poder jugar, pero ahora ya no dentro del círculo sino al lado del mismo. Tratando de favorecer la emergencia del lenguaje, decido emitir un número cada vez que le lanzaba la pelota (ya que, a mis palabras no me respondía) yo decía “uno” y luego que él, me la lanzaba de regreso yo decía “dos” y así hasta llegar hasta 10, luego volvía a comenzar el juego. Varias consultas transcurrieron donde sólo mi voz contaba, 1, 2, 3, 4…

Para mi sorpresa, luego de un tiempo, me empezó a acompañar en ese contar, yo le lanzaba el balón y le decía “uno” y luego él me regresaba la pelota y me decía “cero-uno” después yo le regresaba la pelota y le decía 2 y él hacía lo mismo y decía 02, en eso se basaron las consultas durante algún tiempo. Siempre incluía el 0 antes de cualquier número, incluso cuando contaba hasta el 60, decía 060. Luego de algunas sesiones, dejó de repetir los números y me acompañó en la secuencia, es decir ahora al lanzarle el balón pronunciaba 1 y él me regresaba la pelota y me decía 02. Le recomiendo a la madre que lo incluya en un equipo de futbol. Sin embargo el interés de este niño no estaba en la pelota.

(En este punto del tratamiento opte por hacer una llamada a la maestra del niño y la madre, ambas me comentaron de varias anécdotas donde el interés del niño eran los números y la geometría no el futbol). Ahora en el ambiente escolar y familiar tenían como norte respetar sus tiempos particulares de aprendizaje, fue valorado y aceptado en su saber hacer. Durante las sesiones siguientes este niño seguía construyendo este círculo, este espacio limitado y cerrado que le generaba tranquilidad, luego de construido nos poníamos a jugar con la pelota, llegamos a contar juntos hasta el número 100. Luego fuimos variando la forma de jugar ya que poco a poco en cada sesión, él me traía un juguete nuevo, por ejemplo unos legos, con los cuales construimos juntos grandes torres o figuras geométricas, y así, transcurrieron nuestros encuentros yo respetándolo y aprendiendo de él. Y el enseñándome y dejándome entrar en su mundo.

Poco a poco fui notando que en la medida que pasaban los días y las semanas, el cada vez construía el círculo con menos sillas. Con 5, con 4, hasta que un día sólo colocó una sola silla. También note que en la misma medida, que dejaba su obsesión por construir con las sillas del consultorio el círculo, al contar ya no incluía el cero “0” antes de cada número. Ya no decía 01, 02, 03 ahora él podía decir: 1, 2, 3.
Recuerdo una consulta en particular cuando de manera espontánea me sorprendió, al verlo salir caminando por la puerta dándome la espalda, de pronto se detiene, gira su cuerpo ( cuerpo que ahora camina de manera articulada y no errática) me mira y me dice: chao doctor. Dos palabras, dos significantes, acompañados con su mirada. Al escuchar esas dos palabras que me dirige: chao doctor, yo sonrío, y le respondo chao. Por primera vez le escucho articular dos palabras que generan una frase dicha en un contexto adecuado y dirigidas a mi persona, y acompañadas con su mirada, con todo su cuerpo.

 Comentario del caso clínico
"Además de cultivar la tierra y la memoria,
es preciso cultivar el vacío:
el prometido hueco de los rostros,
la partición de las metáforas,
los patéticos apelativos de dios,

todo lugar donde cesó de haber algo,
todo lugar donde dejará de haber algo,
los pensamientos que alguna vez se pensaron,
los pensamientos que nunca se pensaron.


Cultivar el vacío con las manos desnudas,
como el labrador más primitivo,
pero además cultivar el vacío con el mismo vacío,
con su inocencia última:
su ignorancia de ser"
Roberto Juarroz

Me gustaría hacer dos observaciones
1) La apertura y el cierre de la puerta del consultorio y el juego que se establece da lugar a un primer nivel de simbolización.

Este primer nivel opera como barrera con la madre y otra realidad que se va construyendo que implica un comienzo de constitución subjetiva y de cuerpo.

El juego del círculo de sillas tratando de demarcar un vacio, un vacio de madre y al mismo tiempo un vacío de sí mismo es fundamental, no solo porque simboliza la ausencia de la madre sino de sí mismo. La construcción del hueco localiza la nada. Aparece luego un objeto pelota que hace las veces del objeto "a" lacaniano, un objeto desprendido de su propio cuerpo, Allí aparecen todas las implicancias de como Lacan lee el Fort-da de Freud en su seminario 11. El juega a través de la pelota a aparecer y desaparecer. En este sentido, la operación separación de la madre conduce al desamparo y a un juego donde se construye un hueco, un cuerpo, un objeto y un Otro.

“el juego del fort-da se constituye en el testimonio de una encrucijada por la que atraviesa el niño. La madre, en un primer momento, es una presencia para el niño, es una voz, es una mirada y es una caricia; el niño recién llegado al mundo es el objeto de una voz, una mirada y el objeto de una caricia, ésa es la existencia que tiene un niño respecto del Otro primordial. Si ésa es “la existencia”, la ausencia de la madre pondrá en cuestión ese modo de existir, la desaparición de la madre implicará para el niño la caída de esa existencia. La angustia frente a la ausencia de la madre da testimonio de la caída del niño de ese lugar en el cual él existe. Punto de desamparo que presentifica un lugar donde el sujeto en relación al Otro es ausencia"

  "Freud, cuando capta la repetición en el juego de su nieto, en el fort-da reiterado, puede muy bien destacar que el niño tapona el efecto de la desaparición de su madre haciéndose su agente, pero el fenómeno es secundario"

"El carrete no es la madre reducida a una pequeña bola por algún juego digno de jíbaros -es como un trocito del sujeto que se desprende pero sin dejar de ser bien suyo, pues sigue reteniéndolo. Esto da lugar para decir, a imitación de Aristóteles, que el hombre piensa con su objeto. Con su objeto salta el niño los linderos de su domino transformado en pozo y empieza su cantinela. Si el significante es en verdad la primera marca del sujeto, como no reconocer en este caso -por el sólo hecho de que el juego va acompañado por una de las primeras oposiciones en ser pronunciadas- que en el objeto al que esta oposición se aplica en acto, en el carrete, en él hemos de designar al sujeto, a este objeto daremos posteriormente su nombre de álgebra lacaniana: el a minúscula".[1]

Ahora bien. Porque en este juego del carrete-pelota, ante la pelota arrojada del terapeuta diciendo 1 (uno) él la devuelve diciendo 01?

2) El segundo nivel de simbolización ocurre con los números. El paciente construye el cero y lo nombra

                                                 Pensaba que el poeta es aquel hombre

                                                        que, como el rojo Adán del Paraíso,

                                                        impone a cada cosa su preciso

                                                        y verdadero y no sabido nombre

                                                                                     J.L. Borges}

                   

Para que cada cosa sea nombrada como tal tiene  que ser Una en el pensamiento. Y su desaparición implica el Cero que es la falta en ser dentro del pensamiento. (Lacan seminario 9. La identificación clase 4)

Este sujeto en su constitución salta del juego de las sillas en círculo y la pelota, a nombrar el número cero, que justamente es el número que simboliza el vacío.

Tenemos la cosa vacio y después la noción imaginaria de circulo que lo localiza. El concepto subsume un objeto porque la cosa témporo espacial del vacío localizado cae, en un objeto del pensamiento. El concepto de esa operación es el conjunto vacío. El concepto hace que la cosa  se diga Una y por lo tanto idéntica a sí misma. El número cero es la unidad asignada a ese concepto que es el conjunto vacío.

Si las unidades son las marcas que asignan el numero "Uno" a los objetos en tanto han subsumido el objeto real: una pelota, una pelota y una pelota, a cada cosa se le asigna el Uno. Se puede entender que la desaparición de la cosa y que ella aparezca como objeto en el pensamiento es en tanto Una cosa. Por tal motivo el Uno es el primer objeto real dentro del pensamiento. En cambio el Cero no remite a ninguna cosa, es la escritura de la falta de objeto y por lo tanto es el primer objeto no real dentro del pensamiento.

El cero como número es asignado a Un objeto que simboliza el conjunto vacío. El cero es un numero que implica por un lado escribir el primer termino de la serie y fundamentalmente por esto, la inscripción del trazo, de la marca que identifica al sujeto y al mismo tiempo la falta que queda auscente. Porque el sujeto es el lugar del inicio de la serie es marca de un hueco. La falta en ser del sujeto se nombra como cero y se cuenta como una. Estamos en el origen de toda abstracción, de toda lógica posible y de todo pensamiento.

Si vemos un niño jugar veremos, como el poeta de Borges, gritar: ¡Afa! Cada vez que reconoce a ese animal de cuello largo, ¡Fante! Al reconocer la trompa del elefante, ¡Onte! Cada vez que reconoce el cuerno del rinoceronte. Es decir el rasgo unario opera incorporando a la cosa como objeto dándole el numero de ser Una Unidad. Nuestro niño aprende desde muy chico lógica matemática.

Todos los números de la serie implican la creación del cero. Sin la constitución y la represión del cero no hay posibilidad del surgimiento de este uno distintivo de la diferencia.  De hecho el cero se nombra uno, produciendo lo mínimo para la aparición del significante. Este Uno del significante es causa, momento donde el sujeto se engancha en la cadena. (La sutura. J.A.Miller)

En este sentido es que el significante representa a un sujeto (no a un significado) para otro significante (no para otro sujeto) (Lacan en Radiofonía) Diferencia al sujeto en psicoanálisis con el sujeto psicológico que representa algo para alguien, y al significante de la lingüística que por ser uno no representa ningún significado es la pura diferencia. En la causación del sujeto tenemos al significante uno y un resto el objeto a que es la nada, la falta en ser. Tenemos la repetición de lo mismo y lo diferente.

Por esto el niño mientras manipula el objeto abierto en el agujero, responde 01 , 02, y así sucesivamente porque marca cada vez que aparece el Uno de la presencia de la pelota él hace presente número 0 que simboliza su desaparición devolviendo la pelota haciendo surgir el conjunto vacio, mientras el circulo de sillas se va borrando y el numero que es siempre una unidad repetitiva en cada pelota:  que es "una" pelota pero es una diferente. Esto ocurre con todas las cosas del mundo.

 

Para que el numero pase de la repetición del Uno de lo idéntico a la serie ordenada, el cero debe intervenir sin ninguna conexión con lo real. Es un objeto no real en el pensamiento, un objeto no idéntico a sí mismo. Por lo tanto para que la verdad del enunciado se sostenga, el cero debe aparecer para borrarse. No puede haber objetos no reales y no idénticos a sí mismos en el pensamiento. El sujeto se incluye en el Otro del significante que le presta su orden, y al mismo tiempo se excluye de él. Se incluye con el significante que lo representa como rasgo, correlativa a su exclusión que es su desaparición.

Esta es la operación lógica que está en el fundamento de la serie de los números y al mismo tiempo del lenguaje. Es decir muestra el sustrato de vacío y de no identidad, y al mismo tiempo de unidad en donde se funda la sucesión repetitiva del sujeto. (Miller va a llamar a este momento sutura). El sujeto barrado $ es constituido por el rasgo Uno (rasgo unario) pero al mismo tiempo reprime su falta en ser original de desamparo, marcada por el cero, punto de constitución de la represión primaria.

El dibujo del circulo del niño marca el comienzo de una subjetivación justamente porque el cero marca del conjunto vacio se transforma en numero de la sucesión. El clivaje del sujeto se constituye.   

    "En el proceso de constitución de la serie, en la génesis de la progresión, opera la función del sujeto, Por cierto que esta proposición parecerá una paradoja a quien no ignore que el discurso lógico de Frege se corta por la exclusión de lo que, en una teoría empirista se juzga esencial, es decir, hacer pasar la cosa a la unidad y la colección de unidades a la unidad del número, que es justamente la función del sujeto, en tanto fundamenta las operaciones de abstracción y de unificación".

"Cero es el número que se asigna al concepto “no idéntico a sí mismo”. En efecto, sea el concepto “no idéntico a sí mismo”. Este concepto, por ser concepto, tiene una extensión, subsume un objeto. ¿Cuál? Ninguno. Puesto que la verdad es, ningún objeto ocupa el lugar de lo subsumido en este concepto, y el número que califica su extensión es cero".

"En cuanto a ese lugar, originado por la subsunción, en donde el objeto falta, no podría haber nada escrito, y si es necesario trazar un 0 sólo es para que figure allí un blanco, para hacer visible la falta"
"El sistema está constituido de tal manera, pues, que el 0 se cuenta como 1. La computación del 0 como 1 (a pesar de que el concepto de cero sólo subsume en lo real un blanco) es la base general de la serie de los números.
Es esto lo que demuestra el análisis de Frege acerca de la operación del sucesor".

"Para nosotros, hemos reconocido en el cero número el representante suturante de lo ausente (lo faltante)".

"El objeto imposible, que el discurso de la lógica convoca como lo no idéntico a sí mismo y rechaza como lo negativo puro, que convoca y rechaza para constituirse como lo que es, que convoca y rechaza sin querer saber nada, le llamamos, en la medida en que funciona como el exceso operante en la serie de los números, sujeto.
La exclusión del sujeto respecto del discurso al que, sin embargo, convoca íntimamente, es la sutura" [i]

Relacionamos entonces la constitución subjetiva con el momento en que el sujeto al mismo tiempo se engancha en la serie de los números y aprende a contar porque reprime el cero.
Por eso nuestro niño cuando borra el circulo de silla y solo cuando se queda con Una, puede sacar el cero de su emisión vocal. El cero empezó a contarse como Uno. El Cero quedo bajo la represión primaria. El niño maneja en su pensamiento tres unos: El Uno del conjunto vacio. El Uno de la unidad identitaria y el Uno de la diferencia absoluta es decir la singularidad de la existencia.

Una última observación

En el seminario 23  Lacan vuelve a trabajar el tema del cero y el uno no desde Frege sino desde Cantor.
Allí tematiza el conjunto vacio como solidario del (01) y nos dice que el cuerpo cobra consistencia desde lo imaginario en la medida que es un conjunto vacío, una bolsa de piel. Allí sostiene como el imaginario corporal anuda lo simbólico y lo real.

"Así como se la imagina en la teoría del conjunto tal como la estableció Cantor, la bolsa manifiesta, demuestra incluso.....merecer que se la connote con una combinación 1 y 0, único soporte adecuado de aquello con lo que confina el conjunto vacío que se impone en esta teoría....Esta no instaura el uno, pero lo indica, como lo que puede contener nada, ser una bolsa vacía.

Sin embargo una bolsa vacía sigue siendo una bolsa, es decir, el uno que solo es imaginable por la ex-sistencia y la consistencia que tiene el cuerpo" [ii]    

También hay una nota al final del seminario de Miller que ilustra este pasaje:

"Según subraya Lacan en Aun, el cuerpo es para Aristóteles el modelo del uno. Pero este uno es el individuo, es decir un uno-solo. Y lacan se pregunta entonces por el verdadero origen del significante Uno. La respuesta está aquí, en esta página del Sinthome, que sugiere que el cuerpo podría ser el modelo, es decir, el origen imaginario, no del uno-solo, que es significante, marca, trazo, corte, sino del uno-extra, que es el conjunto vacío, es decir simplemente que el cuerpo existe como bolsa de piel" [iii]

Nuestro paciente comienza imaginando el Uno del conjunto vacio con el circulo de sillas, con la constitución de un objeto y un Otro, para después nombrar directamente la operación: 01, 02 etc. mientras juega al Fort-Da  como manera de marcar las unidades de cada operación. Aparición Uno y desaparición 01. Y al final al dejar una sola silla quiere significar que el cuerpo como bolsa vacía es Una y al mismo tiempo marca el tiempo de la represión primaria.

En síntesis el caso ejemplifica lo que para la teoría lacaniana es la constitución del sujeto: separación con la desaparición del sujeto en el Cero, y alienación al Otro en el Rasgo Unario. Formalización de un vacio con el cual se puede jugar y construcción del concepto conjunto vacio y número cero, primer concepto de la falta en el pensamiento, centrales para que el sujeto enganche en los significantes del Otro y arme su cuerpo.

Ernesto Pérez
erperezpromenzio@gmail.com



[1]  Lacan Seminario 11, Cap. 5 Tyche y Automaton, punto 3




[i]  Miller. Matemas II , La Sutura, Elementos  de la lógica del significante, pag.53
[ii] Lacan. Seminario 23. El sinthome. Cap. 1, punto 2. pago. 18 
[iii] Ídem. Anexos. Nota paso a paso. Miller . nota 7. De un cuerpo al estilo de Cantor. pag.209

Nota1: el mail de Rennier Rios es rennier8131@gmail.com
 
Nota2: el material desarrollado, respeta la lógica del caso, pero porta las transformaciones necesarias para sostener la discrecionalidad y reserva correspondientes a cada abordaje clínico.

 
 
 
 

lunes, 24 de septiembre de 2018

El giro lacaniano

Hoy no leeriamos a Freud como lo leemos luego de Lacan .
El campo freudiano implica situar ejes de lecturas y problemas.
Lacan se animo apoyandose en Freud en ir mas alla de Freud.
En cuestiones fundamentales:
1) la castracion es del Otro. Diferencia entre impotencia e imposibilidad.
2) cuestiones sobre el lugar del goce femenino mas alla del falo. Un concepto que daria concistencia a un feminismo de la diferencia.
3) no hay relacion sexual. Por lo tanto todas las formas de union sexual son suplencias. Rompiendo conceptualmente con la ideologia de lo heteronormativo.
4) no hay neurocentrismo. Tanto neurosis como psicosis son modalidades de exsistencia.
5) no hay falocentrismo. Porque existe Otro goce deslocalizado.
5) separa la formula de la perversion de las sexualidades fuera de la pauta social.
Lacan produce una interpretacion que es un corte del cual no se puede volver.
Con caida de un resto inasimilable y una resignificacion de todos los conceptos freudianos.
Es imposible despues de la operacion que hace Lacan volver a Freud como antes. Apoyandose en el Padre Lacan va mas alla del Padre.

Ernesto Perez

martes, 21 de agosto de 2018

NOMINACION no es ESTIGMATIZAR

                                                            Estoy,mirando atrás,y puedo ver,mi vida entera...
                                                            y se que estoy en paz,pues la viví a mi manera.


Poner el "pathos" entre paréntesis es la operación fundamental del psicoanálisis.
En ese paréntesis podemos circunscribir el resto no simbolizable de la operación analítica y permitir que cada uno pueda inscribir este pathos en el lazo social.
El pathos no es el tipo clínico que es estigmatizante. Llamemos estigma a la marca de descalificación y oprobio que viene del Otro cultural. Sabemos como la enfermedad mental ha ocupado esta marca de estigmatización social a través de las épocas. En cambio el pathos es marca de una singularidad que viene del Uno.
El pathos (πάθος) es el sufrimiento, es lo singular de cada modalidad del ser. Me refiero al sufrimiento existencial, propio del ser en el mundo y contrario al sufrimiento patológico o mórbido, por eso pathos hay que pensarlo con el logos ( la palabra discursiva) y el ethos (el modo de ser).
Hablar de modalidades no implica ninguna ontología sino la forma como cada cual resolvió el tema de la ex-sistencia.
En el diagnóstico de la estructura de cada sujeto se puede estigmatizar en la medida que implique una etiqueta crónica a llevar e implique discapacidad.
El sujeto en la psicosis o el tipo clínico que sea deberá encontrar las coordenadas de su desencadenamiento. Este punto singular será su pathos y tendrá que "hacer algo con eso"para incluirse en el lazo social.
El término estructura ya ha pasado por la interpretacion del psicoanalisis. Es ese punto donde la estructura se desestructura y el sujeto queda en otro lugar. No es sutil lo que hay que pensar para que la salud mental pueda responder la relación entre estructura y sujeto sin fijar y estigmatizar.
Un historial no es historia clínica, es la historia de una transferencia, así el hombre de los lobos, o el hombre de las ratas o el caso Dora, o Juanito analizados por Freud dan cuenta de ese proceso. En estos casos el nombre propio de goce vale mas que el tipo clinico. Esa es la operacion que hace Freud en relacion a la psiquiatría de la época. Le devuelve a cada cual su dignidad deseante singular.
 La estructura en psicoanálisis no es sin sujeto y sin goce. No es la estructura del lenguaje del estructuralismo. Se escucha a un sujeto en una estructura de discurso que incluye la singularidad de un goce. La estructura en psicoanálisis no es el tipo clínico. Y las estructuras no hablan, no demandan lo hacen sujetos únicos. 
El psicoanálisis es una teoría en movimiento justamente porque el caso único siempre discute el tipo clínico.
Por eso la clínica nos enseña!

"En el recurso que nosotros preservamos, del sujeto al sujeto, el psicoanálisis puede acompañar al paciente hasta el límite extático del "Tu eres eso", donde se le revela la cifra de su destino mortal, pero no está en nuestro solo poder de practicantes el conducirlo hasta ese momento en que empieza el verdadero viaje"  Lacan, El estadio del espejo

Y la nominación se produce después de un largo camino de destitución subjetiva, que no es exactamente lo mismo que desconstrucción, porque el sujeto es afectado no solo en sus enunciados, y de allí se desprende un núcleo de dignidad del sujeto puesto que sin "eso" donde se juega su modalidad de gozar y su responsabilidad, sin "eso" la vida no tendría sentido!

Ernesto Perez

martes, 17 de julio de 2018

Mas alla del patriarcado la funcion nominante

Del Padre edípico a la nominación en las parentalidades de la época
para no caer en una subjetividad sin rumbo

                                                     "¿Qué hay de ese cuya voz toma el sujeto cada vez que habla?
                                                     Freud coloca en el centro de su doctrina el mito del padre,
                                                     claramente debido a la inebitabilidad de esta pregunta.
                                                     Resulta igualmente claro que si hoy nos parece que la teoría y
                                                     la práctica del psicoanálisis están detenidas, es por no haber
                                                     osado ir mas lejos de Freud sobre esta pregunta"
                                                                      J.Lacan. Clase única del seminario de Los Nombres
                                                                      del Padre que nunca dicto por su excomunión de la
                                                                      IPA           
                          
 "¿Qué hay de "ese" cuya voz toma el sujeto cada vez que habla?" El mito freudiano resolvía este problema con la idea que "ese" que habla es el padre del inconciente, el padre del linaje, del Edipo o del sujeto que sostiene la ley del padre muerto. Todas figuras del patriarcado con sus ancestros religiosos.
Por eso Lacan tiene la osadía de ir mas allá de Freud, entonces ir mas allá del Padre es una respuesta a lo que esta pasando. La familia patriarcal esta siendo sustituida por las parentalidades. Del latin parentalis "relativo a los padres o los parientes". Ya no somos criados por papá y mamá sino por parientes. Se elimina la relación sexual, la definición misma de la parentalidad, se plantea más allá de la diferencia de los sexos, de la diferencia hombre-mujer, de la diferencia padre-madre. Familias Uniparentales, biparentales homo o hetero, hasta triparentales y más. Parejas homosexuales, que acceden a la "parentalidad" ya sea por inseminación artificial, vía un banco de esperma, o a través de una donadora de óvulo o de una madre portadora, lo que abre también a la posibilidad de que la "parentalidad" abarque a cuatro sujetos. Así el abanico de posibilidades es amplio.
El capitalismo hace caer la ficción de los lazos sociales y de los semblantes de la familia patriarcal. Entonces que lugar para el niño? si este es producto como sabemos del delirio familiar. Como sostener en estas nuevas estructuras  la producción de seres parlantes que se inscriban en el lazo social es la pregunta. Y no una subjetividad sin rumbo es decir fuera de las identificaciones que la constituyen con un lugar en el mundo del Otro, y un cuerpo integrado en lo imaginario.
Como se sostiene la función de la madre, el cuidado del cuerpo del niño y su libidinizacón?
Como se inscribe al objeto niño en la circulación fálica del orden simbólico?
Como se construye la novela familiar y la filiación mas allá de lo jurídico?
Es el sujeto mismo el que tiene que inventar su familia en la medida que tendrá que inscribir como funciona el nombre del padre y el deseo materno.
Para esto sería imprescindible separar patriarcado y función paterna, cosa que Lacan va despejando a lo largo de su enseñanza, transformando al Padre en un significante ordenador que nombra al sujeto, mas allá del grupo parental de que se trate, pero destinado a traer hijos al mundo.

En 1969 en su texto "Dos notas sobre el niño" dice que "la función de residuo que sostiene la familia conyugal en la evolución de la sociedad, resalta lo irreductible de una transmisión […] que es la constitución subjetiva, que implica la relación a un deseo que no sea anónimo". O sea que Lacan es muy conciente del papel de residuo que la familia tradicional va teniendo en lo social y apela para mantener la constitución subjetiva a la trasmisión de un deseo que no sea anónimo es decir que este orientado por lo que llamamos función del nombre del padre, un deseo que este encarnado.

El Nombre del Padre fue una consigna para empezar a desembarazarse de él y al mismo tiempo mantener su función ordenadora. Un significante como cualquiera. Lacan ubica al psicoanalisis en la época. Una época de caída. Y a traves del sinthoma pensar una manera de operar! Los anti millerianos siguen sosteniendo en acto, igual que los millerianos fundamentalistas el conservadurismo del padre, y plantean de distintas maneras el mito del parricidio, sosteniendo de esta manera al Padre Eterno e ignorando lo que Lacan plantea en Joice y el sinthoma, El Padre Terno! (simbólico, imaginario y real anudados)
 

En el seminario 4 El Nombre del Padre es metáfora, así Lacan traduce al padre edípico de Freud. El significante que metaforiza el deseo materno. Aquí empieza a dibujarse la función ordenadora y anudante del padre en relación al deseo y la ley.

Así en el seminario de la angustia cuando conceptualiza el objeto a como causa del deseo plantea en el final: "...en la manifestación de su deseo el padre sabe a que "a" se refiere dicho deseo.
Contrariamente a lo que enuncia el mito religioso, el padre no es causa suí, sino sujeto que ha ido lo suficientemente lejos en la realización de su deseo como para reintegrarlo a su causa, cualquiera que esta sea..." Es decir el padre no es causa de si mismo como Dios, sino un padre que sabe del objeto causa de su deseo y lo lleva adelante cualquiera que este sea. Podemos entender que se trata de una función donde hay un saber del deseo y este es nombrado. Tenemos una pluralización de Los Nombres del Padre por los objetos a que producen subjetividad. Hay tantos nombres del padre como momentos de franqueamiento del Otro tachado con la nominación del objeto a que esta en juego.

Por ejemplo, en la primera y ultima clase del seminario que nunca dictó Lacan se refiere a Abraham uno de los nombres del padre en la biblia, el padre de la fe, no se trata del Dios que lo puso a prueba ordenando el sacrificio de su hijo, se trata del franqueamiento de un padre de goce asesino, que puede nombrar el objeto que cae como hijo-cordero-desecho y sostenerse como padre de la fe hasta hoy en día en el cuerno del cordero llamado shofar que suena en las ceremonias: "Cuando Abraham se entera por el ángel de que no esta ahí para inmolar a Isaac, Rashi le hace decir: ¿Entonces?¿En ese caso, vine para nada? Le hare sin embargo por lo menos una leve herida para que sangre un poco. ¿Eso te complacerá, Elohim?" Es decir la voz del shofar todavía nombra el objeto de goce caído, la voz del cordero-hijo sacrificados.
Ya estamos en condiciones de acercarnos a pensar la pregunta de Lacan mas alla del patriarcado:  "¿Qué hay de "ese" cuya voz toma el sujeto cada vez que habla?" "Eso" habla, habla el objeto caído del padre, donde eso goza y nada sabe.

Pero es en el seminario 17 donde Lacan toma distancia de Freud. Identifica el inconciente con el discurso del amo que es el edipo freudiano. Pasando del mito a la estructura y en esa estructura el Padre esta castrado, y esa es su feroz ignorancia. Ignorancia del propio Freud que tapona así el goce femenino. El Edipo es el sueño de Freud, nos dice. 
Allí tambien plantea la decadencia del padre, en el cambio del discurso del amo hacia el discurso universitario, como un cambio de época, donde el significante del padre esta cortado.
Una época donde el saber inconciente es sustituido por el saber de los especialistas. Los técnicos son llamados a ocupar el lugar de la paternidad, con la consecuencia de los síntomas contemporáneos cada vez mas frecuentes. Abogados, profesores, jueces, especialistas en género, en sueño, en alimentación...en fin tratan de suplir esa función fallida sin lograrlo y arrojan al sujeto a estar herido en su propio cuerpo al quedar por fuera de los significantes que lo nombran.
Ir mas allá es adentrarse en el discurso analítico cuya produccion es un S1 menos tonto, otro estilo de amo. Otra forma de terminar con la enfermedad del padre mas alla de lo que la época esta haciendo con él. En este sentido habría que separar la caída del patriarcado con la función del Nombre del Padre. Un S1 nuevo que seria un anclaje de la subjetividad mas allá del Edipo.
 

En el seminario 22 la importancia justamente que tiene esa función nominante deja atras al Padre como metáfora, que seria la enfermedad del Padre Dios del cual todos seríamos reflejos, enfermedad del patriarcado del cual se han rebelado con toda razon las feministas. 
Hay una nominación simbólica (sinthoma) una nominación imaginaria (inhibición) y una nominación real (angustia) distintas maneras de nombrar el objeto caído.
Como afirma Lacan, "la tumba de Moisés está vacía para Freud como la de Cristo para Hegel". Y yo agregaría la del propio Freud para Lacan.
Se supone que alguien tiene que saber que es esto de andar naciendo y andar muriendo como sujetos?
A que Padre nos tenemos que encomendar?
De que Padre quejarnos?
Estamos solos con la nominación que nos pudimos fabricar!!
 

Y en su seminario 23 nos dice: "La hipotesis del inconciente, como subraya Freud, solo puede sostenerse si se supone el Nombre del Padre. Suponer el Nombre del Padre , ciertamente, es Dios. Por eso si el psicoanálisis prospera, prueba que se puede prescindir del Nombre del Padre. Se puede prescindir de él con la condicion de utilizarlo"
Como interpretar esta leccion de Lacan?

Dice si el psicoanalisis prospera! puede no prosperar! Y quedarnos con Freud y su inconciente con el Nombre del Padre y Dios? Es decir el Padre Inmortal, el Todo Padre.
Que quiere decir prescindir? quiere decir alejarnos definitivamente del mito religioso, del Padre Dios es inconciente, metáfora para lo humano y sostener el padre como función.
El analista con su acto nominar el goce, que es la barra que sostiene al sujeto y al mismo tiempo tacha a ese Otro intrusivo, puede operar en un mundo de eclipse del patriarcado.  
Que quiere decir utilizarlo? en los términos de ese seminario saber de su funcion de nudo. Anudar en la diferencia: utilizar como instrumento el significante del Padre es poder mantener diferencias. De ahí que mas allá de la uni, bi, tri o multiparentalidad donde se puede llegar a anular la diferencia de la relación sexual por la mismidad del unisex o del trans, el binarismo de las funciones NP y DM deberían ser mantenidas. Solo lo binario sostiene la diversidad.
Cuando Lacan propuso la pluralización de los nombres del padre pasó del padre como significante (metáfora paterna) al padre como función. De lo que se puede concluir que se trata de ir más allá del padre como semblante a condición de servirse de él como función. El Padre-Síntoma, el que hace de un patenaire causa del deseo, un padre deseante, nombrante que hace posible un goce acotado y que transmite una versión de cómo arreglárselas con el Otro sexo.

No hay manera de acceder al pensamiento si no es a través del binarismo clasificatorrio que se desprende del Pensamiento Salvaje de Levy Straus. También Freud plantea el fort-da en el niño como origen de la simbolización. Lacan lo lleva al extremo de su lógica de conjuntos donde piensa el Uno y el conjunto vacío como centrales para pensar como Fregue el sucesor y el acceso a la serie contable. Aquí-Allá Alto-Bajo Negro-Blanco. Lo Uno y lo Otro: Goce fálico-goce del Otro Es decir lo bipolar abre y sostiene la diversidad de grises, de altura, de distancia, posibilidades de identificaciones masculinas y femeninas, etc.

Proponemos estas distintas formas de entender el anudamiento: a) del deseo a la ley, b) de anudar y sostener las funciones deferenciales del NP y el DM, c) de saber nombrar el objeto causa que se desprende del padre gozador y nos introduce en el deseo, d) producción por lo tanto de un S1 nuevo que anude lo imaginario del cuerpo con lo real y lo simbólico.
Este será el sinthoma donde puede quedar anclado el sujeto. Estos distintos anudamientos creemos son muy importantes a la hora de pensar la subjetividad y la paternidad en la familia contemporánea.

Ernesto Perez

domingo, 10 de junio de 2018

Despenalizacion del aborto

Experiencia subjetiva y feminidad
 
El sujeto humano es esperado desde antes de nacer.
El deseo del Otro en este sentido es fundamental.
Mas alla de lo biologico donde se discute cuando y donde empieza la vida, el orden simbolico lo espera con un nombre, con ropitas, con un deseo fundante.
Si ese deseo no esta, si no es esperado, ese sujeto no existe.
El ser deseante desea el deseo del Otro para ser
El ser biologico solo, no es un humano. Por lo tanto que la madre tenga poder de decision es fundamental!
Lo traumatico acontece cuando un hijo es un hecho biologico y no una experiencia subjetiva fundamental.
Pero el aborto tampoco es un hecho biologico sino como experiencia subjetiva tiene consecuencias que deja huellas y deja muerte.
Por eso la consigna:
Educacion sexual para prevenir. Y aborto legal para no morir!
Es una conquista de una comunidad que quiere rescatar en la mujer la experiencia subjetiva que le pertenece y que la sociedad le viene negando!

Ernesto Perez
 


 
 


jueves, 26 de abril de 2018

¿MASCULINIDADES?

                                         El Hombre: ¿existe?
 
 
Edipo en psicoanálisis, designa un momento privilegiado, una encrucijada con valor estructural, en la que se organizan las respuestas posibles a eso que nos atañe en tanto sujetos sexuados: qué soy, qué es ser una mujer o un hombre, que me quiere el Otro, qué hombres y mujeres amaré, desde qué lugar voy a elaborar mis respuestas ante lo Real (Lacan 1966). Es en esta encrucijada en la que se decide la posición subjetiva de un ser ysus correlatos en términos:

1) De identificación, esto es, de los elementos a partir de los cuales construiré mi imagen y el ideal al que ésta obedecerá;

2) De la especificación del objeto de deseo y de goce, lo que significa que en este momento se decide las características de aquello que suscitará mi deseo; y

3) De la modalidad de goce en la que se inscribirá, o dicho de otra manera, de las formas en que me será posible gozar.

El psicoanálisis considera que la posición que un sujeto ocupe en la sexuación, del lado masculino o femenino, no es correlativa con la clasificación social, hombre o mujer, realizada a partir de las diferencias sexuales anatómicas. Esto quiere decir que alguien clasificado socialmente como hombre puede ubicarse en la sexuación del lado femenino (lo que no lo convierte en homosexual) y viceversa. Aun cuando, tanto lo Real del cuerpo, como el Otro de lo simbólico, intervienen en cada caso.
En esta medida rompe con la idea de que existirían identidades sexuales fijas, así como con el mito de un desarrollo sexual cuyo punto de madurez se encontraría en la genitalidad.
 Finalmente, el psicoanálisis diferencia entre elección de objeto sexual y posición subjetiva sexuada. Esto quiere decir que un hombre teniendo como objeto a una mujer pueda estar al mismo tiempo en una posición subjetiva en la sexuación correspondiente al lado femenino. Que un hombre puede gozar de una mujer como una mujer (Lacan 1975).

En resumen, estamos sosteniendo que para el psicoanálisis no hay una identidad sexual estable, sino que la sexualidad se ordena en una trama compleja de identificaciones, de deseo, de especificación del objeto de deseo y de goce y de la modalidad de goce en la que se inscribirá.
Desde una perspectiva como esta resulta imposible definir lo que es la masculinidad. Tomando un punto de partida sociológico, ciertamente es posible acercarse al catálogo de ideales y prescripciones sociales normativas que se organizan como formas de ordenar, dar sentido e instrumentalizar la diferencia sexual y sus consecuencias. Aunque el psicoanálisis reconoce el peso de estos ideales y prescripciones culturales, está lejos de considerarlos como indicadores últimos del carácter de "lo masculino".

Los atributos que conforman el patrón ideal masculino en una sociedad o cultura, las formas particulares que adquieren las especificaciones en la construcción de la masculinidad, son importantes en cuanto se ofrecen como elementos a la identificación de un individuo. Son como los materiales diversos, a partir de los cuales se constituye esa especie de collage identificatorio que es el yo. Lo anterior, obviamente tiene sus consecuencias:
los ideales culturales se descubren actuando en los ideales del sujeto y son de suma importancia porque pueden estimular ciertos actos, prácticas o sufrimientos, o dicho en otros términos, tener efectos. Esta dimensión de los atributos corresponde al registro imaginario: es aquí donde actúan sentencias como "un hombre debe ser fuerte", "los hombres deben tener muchas mujeres", o "un verdadero hombre debe ser capaz de formar y sostener una familia".

Pero, como se desprende de lo hasta ahora señalado, aun cuando se reconozca el peso del imaginario, no es en esta dimensión atributiva imaginaria, sino en otro lugar en el que el psicoanálisis propone identificar lo que especifica la posición masculina en la sexuación. Es por ello que la transformación de los rasgos ofrecidos a la identificación imaginaria, es decir, en el orden atributivo, no es garantía de la transformación en el orden estructural; aunque estas transformaciones puedan poner en evidencia, en ciertos casos, que algo en esta dimensión estructural varió o está en proceso de hacerlo. Por eso, el que los atributos imaginarios asociados con lo masculino caigan en desuso o cedan su lugar a otros, no pone en cuestión necesariamente la existencia del Hombre, en cuanto definido, como lo hace el psicoanálisis, como una cierta posición de sujeto.

Desde la perspectiva psicoanalítica lacaniana se sostiene, como ya hemos señalado, que La Mujer no existe. Esta afirmación no quiere dar cuenta simplemente de la ausencia de un modelo universal de mujer, sino que, más radicalmente, apunta a que, en cuanto posición Mujer en la sexuación, ella ocupa el lugar de Otra radical. Eso significa que no es Otra en cuanto diferente, en cuanto sus atributos se encuentran en oposición a los atributos de otro masculino, sino en cuanto respecto a este masculino ella encama lo radicalmente Otro, la alteridad. Una mujer no puede estar colocada solamente en esta posición; ella está también sometida al orden simbólico, pero lo está en la forma del NO-TODA.
En esa medida, aunque una mujer esté en el lazo social, y trabaje y participe y se erija como miembro de hecho y derecho de este orden, no toda ella está en él. Es condición de esta posición mujer en la sexuación que no toda ella esté en el orden que nos rige, aunque participe en él.

El que el hombre, TODO él, esté en el orden simbólico implica que es exclusivamente aquí donde se juegan las cosas para él. Pero si consideramos que el estar todo él en el orden fálico se da porque, como señala el   psicoanálisis, se le ofrecieron a la identificación las insignias del Padre, ¿qué podremos esperar de una época en la cual el Padre va perdiendo paulatinamente su lugar? ¿Cuáles serán los nuevos elementos ordenadores? No parecen haber respuestas definitivas para ello. Pero podemos suponer que, aun cuando el Padre pierda su lugar y su poder, es necesario que se siga cumpliendo su función estructural; la que está destinada a separar a la madre y al niño, cortando la relación imaginaria entre ambos y permitiendo así que éste se constituya como sujeto. En otros términos, si el Padre de la familia patriarcal nuclear moderna no es quien en el futuro esté en condiciones de cumplir con la función del Nombre-del-Padre, algo otro accederá a su lugar. Las consecuencias que pueda tener el advenimiento de los nuevos Nombres-del-Padre, no son posibles de predecir. Pero queremos proponer que, sea lo que sea que sostenga el Nombre-del-Padre (la ciencia, la institucionalidad), y tan lejos puedan ir sus consecuencias, lo que se puede esperar es que, para quienes están del lado masculino de la sexuación, aquello que define su posición, su relación con la Ley, no se modifique. Esto es, que la modalidad de relación con el orden simbólico, el TODO él sometido a este orden de la Ley, se mantendrá.

Desde esta perspectiva El Hombre seguirá existiendo. Esto quiere decir que esta posición seguirá siendo una de las posibles que se ofrecen a cada uno y una en el camino de su constitución en tanto sujeto.

Ahora queremos añadir que, aunque podamos esperar transformaciones radicales en el orden simbólico, que de hecho parecen estar dándose, las que pueden conducir a nuevos e inesperados modos de ordenamiento social y cultural y efectos para los sujetos, habrá un lado del mundo que seguirá colocándose en una relación de TODO sometido al orden simbólico, sea cual sea su nueva configuración.
Esta modalidad de relación con la Ley, aunque no nos detendremos especialmente en ello, es solidaria de una cierta modalidad de Goce. De esta manera, a cada posición corresponde una forma de Goce específico. La existencia de estas dos modalidades de goce tiene como consecuencia la inevitabilidad de un desencuentro en lo sexual entre estas dos posiciones; pero al mismo tiempo es expresión y garante de la diferencia, en el modo en el que la concibe el psicoanálisis: en el modo de la alteridad.

Para quienes desde el feminismo o cerca de él están empeñadas y empeñados en pensar una transformación del mundo que termine con la inequidad de género, pero que respete la diferencia, que preserve la dimensión opaca y radical de la alteridad, queda abierto el reto de cómo imaginar un orden simbólico que, para el caso de la posición masculina en la sexuación, evite que una inserción TODA en él sea al mismo tiempo acompañada por la exigencia de identificación con el poder.

Kathia Araujo - Francisca Rogers
Primer Encuentro de Estudios de Masculinidad
FLACSO-Chile