Del goce
discursivo
“Si quisiera
abreviar diría que comprendimos bien que el significante representa al sujeto
para otro significante, que resume la alienación simbólica. Pero los discursos
de Lacan introducen que el significante representa un goce para otro
significante” Miller. La experiencia de lo real. (Pág. 239)
En la enseñanza de Lacan se produce un corte conceptual
entre los seminarios XVI, XVII y XVIII donde la clínica psicoanalítica es
ordenada de otra manera.
Podemos decir que el seminario XVI es la cocina de
los cuatro discursos, en el XVII los desarrolla exhaustivamente y en el
seminario XVIII este paradigma encuentra su límite, ya que se trata “De un
discurso que no fuese del semblante” es decir si habría alguna chance de vinculo
con lo real. (Sem. XVIII. Pág. 12)
En este sentido los llamados cuatro
conceptos fundamentales: Inconciente, transferencia, repetición y pulsión van a
ser repensados de acuerdo a en que discurso estén operando.
Al ubicar cuatro
discursos, desaparece para los conceptos del psicoanálisis su carácter
esencialista y antropológico, es decir dados desde siempre.
Cada concepto
tendrá su extensión de operatividad a partir de cada discurso. “Los discursos
preinterpretan”
No es lo mismo la transferencia en el discurso del amo:
que implica el enganche S1 -->
S2, es decir el vínculo del esclavo con
el amo, de lo cual el obsesivo es un ejemplo. Que la transferencia en el
discurso histérico: que implica el sostén del sujeto al amo $ --> S1.
En cambio en el discurso universitario
la transferencia es con el saber del Otro, S2 --> a, al profesor.
Por último en el
discurso analítico se transfiere el objeto libidinal al analista, a --> $.
Son cuatro las formas que ahora tenemos del lazo social.
Así podemos
pensar todos los demás conceptos. Pero me interesa especialmente pensar
el síntoma, pensar que nos trae de nuevo este paradigma.
En
principio diremos que los discursos en relación al síntoma traen otro punto de
vista que es fundamental, se pasa de: “eso quiere decir” a:
“Eso goza del plus de gozar” y entonces eso
sufre. No es en relación a lo no dicho, sino en relación al goce como
plus, que aparece el sufrimiento y se ordena la clínica.
La palabra ya no
solamente desenvuelve el sentido, la palabra goza.
“Hay una relación primitiva del saber con el goce,
que implica que lo que se vehiculiza en la cadena significante es el goce. Lo
que se abordo hasta el presente como $, lo que circula en la cadena significante
como verdad, la muerte, el deseo es traducido como el goce”. Miller. La
experiencia de lo real
El paradigma del goce discursivo hace
del sentido-sinsentido y su develamiento un sentido gozado.
El síntoma por lo
tanto no es la palabra retenida que hay que liberar en lo simbólico, sino un
real imposible dentro mismo de la estructura.
Estructura de discurso es
simbólico-imaginario y una incrustación del plus de gozar.
Pero además
debemos pensar en cuatro modalidades del síntoma de acuerdo a
que discurso opere.
Llamaremos “síntoma ciego” al síntoma del
discurso del amo, que Lacan nombra como discurso del inconciente, con
todas las resonancias sociales que a partir de aquí tiene el inconciente
freudiano. (Sem. XVII. Pág. 114)
El síntoma del Amo es ciego porque ignora
ferozmente su castración (Sem. XVII. Pág. 145) y tiene la pretensión de hacer
semblante fálico omnipotente y querer encarnar (Fi mayúscula) letra del goce
fálico que está fuera de discurso. (Sem. XVIII 59) ese será su fracaso, porque
es su imposibilidad.
Por lo cual el amo solo acumulará identificaciones: S1,
S1, S1, que representan su ideal del yo I(A) , ideal de un yo “poderoso” siempre
en insatisfacción, porque el goce es imposible para él. Solamente podrá repetir
la orden una y otra vez, recuperando migajas del goce. La orden del mandato que
conmemora un goce efímero y muerto. (XVII. Pág. 82)
S1 (orden) --> S2 (saber)
--------------
-----------------
$(castración) // a (plus de gozar)
El goce está
prohibido para él en tanto la relación al fantasma está cortada porque hay
imposibilidad estructural. Para acceder al goce debería pasar por aceptar la
castración y un amo castrado no es un amo. Debe hacer semblante de que la
castración no lo afecta.
Podemos decir síntoma ciego, como se decía
egosintónico, es decir que el propio síntoma engorda el ego.
Salvo que la
locura superyoica del amo, todo ser, todo poder y todo gozar, lo lleve al
extremo de agitar fantasmas mortíferos (Sem. XVII. Pág. 114)
Aquí Lacan se
detiene, pero pensamos en el síntoma del amo que puede llevar al suicidio o al
asesinato, en pasajes al acto de distinto tipo. En este caso la producción de
plus de goce es angustia, y este es el punto donde el amo podría entrar en
análisis, porque el discurso no anda y está en profunda crisis. (¿No son los
amos caídos los que escriben sus memorias, luego de masacres y horrores de todo
tipo?) (¿No es en este punto de desorientación donde los amos solicitan el apoyo
de psicólogos institucionales para actuar sobre las crisis?)
Que el síntoma instituya el orden por el cual se
revela nuestra política, ahí está el paso que ella ha franqueado. Implica, por
otra parte, que todo lo que se articula de este orden sea pasible de
interpretación. Es por lo cual se tiene razón al colocar al psicoanálisis en el
más alto grado de la política. I esto no podría ser muy fácil en cuanto a la
política y para todo lo que allí se hace ¡Si el psicoanálisis se revelara mas
advertido! Lacan. Sem. XVIII. Clase 7.
Los síntomas
de las estructuras clínicas clásicas: neurosis, psicosis y perversión, se ubican
en relación al discurso del amo
Son maneras de relacionar el
síntoma al S1, al significante amo del padre. Porque a partir de este paradigma
se pasa del mito de Edipo a la estructura del inconciente, que es el discurso
del amo.
Así el obsesivo quiere encarnar el sujeto amo, pero
duda, teme, racionaliza, cree que el amo sabe, y allí sintomatiza su relación al
significante amo. (SEM. XVI Pág. 350). Hay una transferencia no analizada, una
relación al amo como sujeto supuesto saber.
S1 (compulsión) --> S2
(Racionalización)
------------ -------------------
$
(duda) a (objeto anal)
El perverso en
cambio, toma al S1 como voluntad de goce, entonces arroja la castración al campo
del Otro. Fetichizando su relación al poder y gozando del sufrimiento del
esclavo. Ha invertido su relación al fantasma (Sem. XVI; clínica de la
perversión)
S1 (Voluntad) -->
S2 (goce del
Otro)
------------------- -------------------
a (plus de goce) <> $
(Castración)
En la fobia, el invento es un S1, que es la
fobia misma, significante amo que hace de las veces del nombre del padre que no
operó. Localiza la angustia en un objeto, produciendo una simbolización del
espacio, y permitiendo a través del S1 fóbico, que el sujeto logre representarse
en una placa giratoria, simbolización útil para una serie de saberes, mitos como
los que inventa Juanito, a los cuales se aferra y va anudando su goce al plus de
gozar.
S1 (Fóbia) --> S2, S2´, S2” etc (Mitos)
-------------
------------------
$ a (mirada, caca,
falo)
El síntoma dominante, es decir en su lugar, es
el síntoma en el discurso histérico. Comanda el lugar del
semblante, se hace notar. (SEM. XVII. Pág. 46) el sujeto histérico muestra sus
síntomas y con eso hace vínculo al otro, no como el obsesivo que es un rumiar
solitario.
$ (insatisfacción) --> S1
La histeria busca un Amo
para sostener su existencia, (Sem. XVII. Pág. 137) para que este
produzca un saber sobre el goce. Esta es su imposibilidad por eso fracasa. Es
imposibilidad porque no hay saber sobre el goce, porque en definitiva los
discursos son suplencias de la relación sexual que no existe.
Pero por esta
vía de fracaso la histeria podría entrar en análisis. Cosa que Lacan elabora
como “histerificación” para toda entrada de análisis. (Sem. XVII. Pág. 33) O sea
que hace de esta estructura la puerta del inicio de un análisis.
La
histérica cree que el saber sobre el goce, en realidad esta en la Otra mujer, el
hombre es solo un intermediario. (Sem. XVII. Pág. 100 y 101)
$
(Dora) --> S1 (Padre, Sr.
K)
----------- --------------
a (goce) // S2 (Sra. K. Saber como medio de goce)
Hay enganches entre el sujeto amo y el sujeto histérico que Lacan nombra
como “necrofilia” ya que el Amo que ha rechazado la vida de su cuerpo por las
insignias del poder, se junta nos dice, con la histeria que ha rechazado el goce
del cuerpo para satisfacción del amo. Son dos muñecos que se juntan para
glorificar la pulsión de muerte. (Sem. XVI Pág. 349 y 351)
Porque lo que
quiere la histérica es desnudar la verdad del amo, que esta castrado, y esa es
su eterna insatisfacción, quisiera un imposible Amo total. Por eso los dos están
atados por la mismo nudo del discurso: “No hay relación sexual” (Sem. XVII.
Pág.78)
El síntoma contemporáneo pertenece al discurso
universitario, ya que son síntomas que quedan fuera de la referencia al
padre (S1). Por eso parecen síntomas fuera de discurso. (Sem. XVII. Pág.109, 110
y 111)
Anorexias, bulimias, depresiones, etc., síntomas no
dialectizables, resistentes a la dimensión de la palabra donde la referencia al
significante amo está cortada y por lo tanto el sujeto se encuentra a la deriva
de la identificación.
Son síntomas donde el Otro del significante no existe y
el $ se presenta sin atributos.
La cuestión entonces será ubicarse en
relación al saber que esta en posición dominante como amo en este discurso. Es
un saber burocrático que se ha irradiado a toda la vida contemporánea, como
ideología del desencadenamiento de la ciencia y sus objetos.
Por eso los
individuos se ubican como objetos, que son unidades plus de valor siempre a ser
evaluadas. Cada individuo vive constantemente en la tensión de la evaluación,
con la inflación narcisista cuando esta es positiva o con la incertidumbre de
caer del discurso en caso negativo.
El sujeto es efecto de producción
dramático, constituyendo lo que se da en llamar síntoma contemporáneo, porque
hace la división subjetiva “con su propio pellejo” (Sem. XVII. Pág.
111)
S2 (Saber amo) --> a
(unidades de valor del narcisismo)
-------- -------
S1 (mercado) // $ (síntoma
contemporáneo)
Por último pensamos el síntoma en el discurso del
analista de dos maneras, en principio es el síntoma que trabaja, pero
en segundo lugar, deja al final un resto sintomático incurable, por ser
imposible de introducirlo en el saber.
Diferenciamos por lo tanto, en este
discurso, el síntoma puesto en el lugar del trabajo, es decir como estructura
clínica, síntoma que deviene en su desarrollo saber inconciente. Esto es posible
si el analista puede ocupar el lugar del objeto, y a pesar de encontrarse en el
lugar del agente del discurso, no jugará ningún papel de dominio. (Sem. XVII.
Pág. 73)
El acto analítico produce en el final, un significante del síntoma
que Lacan nombra como sínthoma en su última enseñanza, para marcar la
diferencia: Un S1 irreductible y final
de la operación analítica, que se encuentra en el lugar de la producción. Un
S1 que no es reintegrable a ningún
saber.
Este S1 marca la dignidad del
sujeto. Lacan nos plantea que en un mundo donde ya no hay vergüenza, es un punto
de dignidad, de vergüenza, al que el sujeto no solo no renuncia, sino que
estaría dispuesto a morir, es decir a vivir por ello. (Sem. XVII. Pág. 195 y
196)
Por esto este resto incurable, absolutamente singular, marca de una
invención propia de goce del sujeto, es un resto ético.
a
(analista) --> $ (síntoma puesto al trabajo)
--------
----------
S2 (saber inc.) // S1 (resto fuera del saber)
Este resto
fuera de toda operación en relación al saber inconciente, es un litoral, una
letra de goce, que el sujeto encarna. No se trata de una identificación amo más,
se trata de la marca de un límite a toda simbolización: “Tú eres
eso”. (Miller. Cosas de finura. Clase V, 10/12/2008)
Subjetividad de la Época
Subjetividad de la Época
Ernesto Perez
"No hay otro tiempo que el que nos ha tocado"
Serrat
Significantes Amos que nos determinan. Que nos arrastran a una forma de gozar es decir de sufrir.
¿ideologías?: las ideas de la conciencia individual y del imaginario social,
¿los episteme?: conocimientos que los filósofos marcan como el filo de lo discontinuo en un período.
Mentalidades que la historia construye en un momento dado. Aquello que permanece y perdura en un tiempo y que conforman una época, del griego "epéchein": lo que continua, lo que persiste...
Pero " es verdaderamente contemporáneo, aquel que no coincide perfectamente con éste ni se adecua a sus pretensiones y es por ende, en ese sentido, inactual; pero justamente por eso, a partir de ese alejamiento y ese anacronismo, es más capaz que los otros de percibir y aprehender su tiempo”. “Contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir no sus luces, sino sus sombras. Todos los tiempos son, para quien experimenta su contemporaneidad, oscuros.” Giogio Agamben
Morir es un arte,
como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece un infierno.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación.
Silvia Plath
Ernesto Perez
"No hay otro tiempo que el que nos ha tocado"
Serrat
Significantes Amos que nos determinan. Que nos arrastran a una forma de gozar es decir de sufrir.
¿ideologías?: las ideas de la conciencia individual y del imaginario social,
¿los episteme?: conocimientos que los filósofos marcan como el filo de lo discontinuo en un período.
Mentalidades que la historia construye en un momento dado. Aquello que permanece y perdura en un tiempo y que conforman una época, del griego "epéchein": lo que continua, lo que persiste...
Pero " es verdaderamente contemporáneo, aquel que no coincide perfectamente con éste ni se adecua a sus pretensiones y es por ende, en ese sentido, inactual; pero justamente por eso, a partir de ese alejamiento y ese anacronismo, es más capaz que los otros de percibir y aprehender su tiempo”. “Contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir no sus luces, sino sus sombras. Todos los tiempos son, para quien experimenta su contemporaneidad, oscuros.” Giogio Agamben
Morir es un arte,
como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece un infierno.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación.
Silvia Plath
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