Nosotros lo vamos a analizar desde el seminario XVII, ¿por qué?
porque el discurso del amo, es el
discurso del inconciente, por lo tanto es el discurso de las formaciones del
inconciente. Si buscamos las formaciones
del inconciente, las vamos a encontrar en el discurso del amo. No el análisis de ese
sueño que está en discurso analítico, no tiene nada que ver la producción del sueño
en el sentido de las formaciones del inconsciente, cómo se produce el sueño,
con su análisis que es una operación de otro de los cuatro discurso y que
corresponde al discurso analítico, donde
cambia todo de lugar; se pone a trabajar al sujeto especialmente en un aspecto
fundamental, y es que el saber cómo goce
inconciente en el lugar del Otro en el amo, pasa al lugar de la verdad.
Pero bueno lo que vamos a ver acá es el tema del sueño de la
inyección de Irma en cuanto a su producción, y vamos a señalar varias cosas, tal como Lacan las presenta en
el seminario II pero con los conceptos que surgen de sus cuatro discursos.
Volvamos al sueño para recordarlo: “En un amplio hall
invitados a los que recibimos, entre ellos Irma, a la que me acerco enseguida
para contestar sin pérdida de momento a su carta y reprocharle no haber
aceptado aún la solución. Le digo ‘si todavía tienes dolores exclusivamente es
por tu culpa’. Ella me responde ‘si supieras qué dolores siento ahora en la
garganta, el vientre y el estómago, siento una opresión’. Asustado la contemplo
atentamente, está pálida y abotagada. Pienso que quizás me haya pasado
inadvertido algo orgánico, la conduzco junto a la ventana y me dispongo a
reconocerle la garganta. Al principio se resiste un poco como acostumbran
hacerlo en estos casos las mujeres que llevan dentadura postiza, pienso que no
la necesita, por fin abre bien la boca y veo a la derecha una gran mancha
blanca y en otras partes singulares escaras grisáceas cuyas formas recuerdan lo
de los cornetes de la nariz. Apresuradamente llamó al Dr. M que repite y
confirma el reconocimiento. El Dr. M presenta un aspecto muy diferente al
acostumbrado, está pálido, cojea y se ha afeitado la barba. Mi amigo Otto se
haya ahora a su lado y mi amigo Leopoldo percute a Irma por encima de la blusa
y dice ‘tiene una zona de matidez abajo a la izquierda y una parte de la piel
infiltrada en el hombro izquierdo’, cosa que yo siento como él a pesar del
vestido. M dice ‘no cabe duda, es una infección, pero no hay cuidado,
sobrevendrá una disentería y se eliminará el veneno’. Sabemos también inmediatamente
de qué procede la infección. Nuestro amigo Otto ha puesto recientemente a Irma una
vez que se sintió mal una inyección con un preparado a base de propil propilena
ácido propiónico trimetilamina cuya fórmula veo impresa en gruesos caracteres”.
Este es el sueño de Freud, entonces Lacan va ubicando una
serie de cuestiones que me gustaría señalar, al menos algunas, por ejemplo la
primera es esta. Hay que poder contextuarse en la vida de Freud cuando tiene
este sueño, porque Lacan puede decir algo: Freud está dentro de la comunidad médica, con
estos médicos que lo rodean, tratando de atender una paciente y ver si le va a
salir bien su terapéutica por la palabra, estamos en los orígenes. Irma que es
amiga de la mujer, de su círculo más íntimo (la mujer está embarazada en ese
momento) se resiste, se resiste a lo que Freud le dice. Porque en aquel momento
Freud tenía un método un poco salvaje de trabajar, una vez que iba conociendo
toda la historia e iban apareciendo recuerdos reprimidos, le decía la interpretación en forma salvaje a
la paciente, ‘lo que pasa es que no tiene relaciones sexuales’ o ‘Ud. quiere
acostarse con el señor K’, a Dora en su momento, era este momento inaugural del
psicoanálisis. E Irma se resiste, no le cuenta nada, y por Otto que es amigo de
él se entera cómo está yendo el tratamiento. Parece que había hablado con Otto
y éste le había dicho que Irma no estaba para nada bien. Entonces Lacan dice:
“La desaprobación percibida –por Freud‐ a través de la voz de Otto es el ligero
choque que va a poner en marcha su sueño”. Acá hay algo que me parece
interesante resaltar. Esta voz de Otto diciéndole ‘sos culpable’, ‘no anda bien
tu tratamiento”, “es un desastre lo que
estás haciendo’, lo pondríamos como significante amo (S1) agente o semblante en
el discurso del amo.
S1---à
S2
Lacan lo dice muy claro,
es un significante amo. El que es el agente de esta formación inconciente que
es el sueño de Irma. Es decir, que esto percibido en la realidad pero llevado a
una preocupación que tiene Freud en ese momento de no ser aprobado por el
círculo médico, es una voz que le está diciendo ‘lo tuyo no va, querido’.
Entonces él produce este sueño, un saber (S2) Esto apunta a un saber que se va desarrollando
en el sueño como si fuera una máquina de significantes metonímicos que van operando
sobre esta orden. Recordemos que en “La
interpretación de los sueños” de Freud, la condensación y el desplazamiento son
partes de cómo se va deslizando el deseo en el sueño para producir una serie de
cuestiones que después quedan representadas en figuraciones que es el sueño.
Evidentemente el tema del deseo en este sueño es sacarse la
culpa, porque todo va a ocurrir de tal manera que Otto al final es el que le
dio la inyección con la jeringa sucia y le produjo la infección y él no tiene
la culpa de nada. La mujer se resistió a su tratamiento y él no es responsable.
Es lo que dice Freud cuando interpreta su sueño. O sea que hay todo un trabajo
acá para sacarse la voz de Otto de encima.
Lacan va a decir, que esto es preconciente, ¿dónde está el
deseo inconsciente?, ¿dónde está la sexualidad?’, y lo dice muy claro.
Dice Lacan: “A primera vista puede decirse que aún no se ha
dado el paso decisivo, ya que en resumidas cuentas no se trata más que de un
deseo preconciente, pero si Freud considera este sueño como el sueño de los
sueños, el sueño inicial típico, es porque siente haber dado ese paso, y
demuestra con creces, después de su exposición, que efectivamente lo dio y si
siente que lo ha dado es porque lo ha dado”.
O sea que Freud descubre sus deseos sexuales, reprimidos
infantiles y no los comunica, comunica
solo lo preconciente. Retoma Lacan: “No
estoy rehaciendo el análisis del sueño de Freud, sería absurdo. Así como no es
cuestión de ponerse analizar autores difuntos. No es cuestión de analizar el
propio sueño de Freud mejor que él. Cuando Freud interrumpe las asociaciones,
tiene sus razones para hacerlo. Nos dice ‘no puedo decirles más, no quiero
contarles historias de cama y orinal’ –dice Freud‐. ‘Ya no tengo ganas de
seguir asociando’. No se trata de exagerar allí donde Freud mismo se
interrumpe, sino de tomar del conjunto del sueño y de su interpretación”. Luego
“Hay dos operaciones, tener el sueño e interpretarlo”.
Lacan dice ‘yo no me conformo con esto’. Entonces va a tomar
esta parte de la figuración del sueño, algo de lo que son las formaciones del inconsciente
y que nosotros ubicamos en el discurso del amo. “Lleva a Irma aparte y comienza
hacerle reproches y a increparla, ‘es culpa tuya, si me escucharas todo iría
mejor’. Inversamente, Irma le dice ‘no sabes cómo me duele aquí, allí, la
garganta, el vientre, el estómago’ y añade que eso la sofoca. Freud queda
entonces muy impresionado y comienza a manifestar cierta inquietud. La lleva
hacia la ventana y le hace abrir la boca. Todo esto sucede, pues, sobre el
fondo de discusión y resistencia. Resistencia no sólo a la que Freud propone
sino también al examen”. Que Freud mismo dice que se trata de una resistencia femenina.
Lacan entonces pone en este abrir la boca y verle los
cornetes, la boca como una actividad sexual. Lo femenino que se le abre a
Freud, que es lo que Freud no quiere seguir asociando. Por un lado tienen un
saber que se pone en juego sobre el tema de la boca, y lo que es el objeto de
eso. “Las mujeres ‐dice Lacan‐ ya no se resisten”.
Irma en ese ambiente de la época, una mujer muy bonita, pero
Freud no la ve así, sino como paciente histérica,
él le tiene mucho amor a su mujer, dice Lacan, un ideal para él, pero nunca le
dio un lugar sexual. Lacan siempre odió un poco a la mujer de Freud, nunca la
quiso mucho, porque parece que no tenía nada. Freud mismo dice que a los 40
años dejó de tener relaciones sexuales. Para Lacan esto es un signo de que las
chicas que estaban dando vueltas alrededor de la mujer, que eran ésta y otras,
representaban para él un valor erótico que Freud reprime, y tal vez por esto
las puede analizar. Pero de todas formas tiene este sueño donde lo erótico está
en juego. Dice Lacan: “la cosa no termina ahí, habiendo conseguido que la
paciente abra la boca, justamente de esto se trata en la realidad, que no abre
la boca”, que no dice, que no larga su objeto (a). Para que haya entrada en
análisis la histérica tiene que largar su (a) que lo tiene bien escondido
debajo de la barra en la escritura del discurso histérico. No abre la boca,
tiene que decir algo de esto.
$
------
a
“Lo que Freud ve al fondo, esos cornetes recubiertos por una
membrana blancuzca, es un espectáculo horroroso”. El objeto (a) desprovisto de
toda vestimenta imaginaria, es lo horroroso. Cuando aparece en el sueño algo de
esto, aparece la angustia y ahí es donde
el soñante puede despertar. Lacan señala: “esta boca muestra todas las
significaciones de equivalencias de todas las condensaciones que ustedes puedan
imaginar. Todo se mezcla y asocia en esta imagen, desde la boca hasta el órgano
sexual femenino, pasando por la nariz. Muy poco tiempo antes o muy poco tiempo
después, Freud se hace operar de los cornetes nasales”. Saben que así empieza
la enfermedad de Freud, que termina con su vida. Lo que él ve en la garganta de
Irma no es pequeña cosa, en relación al horror. Además en la garganta no se ven
los cornetes nasales, lo que se ve es la garganta, una placa blanca, pero los
cornetes nasales no se ven por la boca, que yo sepa. ¿Qué vio Freud?
“Lo horrible, la carne que jamás se ve, el fondo de las
cosas, –dice Lacan‐ el revés de la cara, del rostro. La carne de la que todo
sale, en lo más profundo del misterio, la carne sufriente, informe, cuya forma
por sí mismo provoca angustia. Visión de angustia”. “Freud en la cumbre de la
necesidad de ver”. Freud quiere ir al fondo de las cosas, según Lacan: “Erikson
‐que es otro psicoanalista, un post freudiano‐ efectúa aquí una observación
excelente, tengo que reconocerlo. Normalmente un sueño que desemboca en algo
así debe provocar el despertar. ¿Por qué no despierta Freud? Porque tiene agallas,
responde Lacan. Es decir el sujeto puede enfrentarse a S(A) tachado.
Esta es la primera parte del sueño, Lacan analiza dos partes
del sueño. La primera es todo este tema, el abrir la boca que termina en la
garganta de Irma, y llega al horror; Freud no se despierta porque tiene coraje.
Y ahora, dice Lacan, Freud va a poner la satisfacción en un alter ego que es
Otto, entonces va a aparecer Otto, inventando un saber (S2). ¿De qué manera? Otto
que es quien le dijo ‘tú eres culpable de lo que pasa’, Bueno, Otto es el que
le da la inyección, justamente. Dice Lacan: “Así como en la primera parte hay
un acné, cuando emerge la revelación apocalíptica de lo que allí había, también
en la segunda parte hay un punto culminante –vamos a tener también acá un punto
culminante. En primer lugar, inmediatamente,
al igual que en la convicción delirante, cuando de pronto saben ustedes que es
ese el que les guarda rencor, saben que el culpable es Otto. Ha aplicado una
inyección. Hay un rastreo...propil...propilena... A esto se asocia la cómica
anécdota del zumo de ananás obsequiado la víspera por Otto a la familia”.
Como vemos Lacan fue a mirar, a recortar todo lo que era la
familia de Freud, qué regalos había, todos los detalles. “Al destapar la
botella, olió a aguardiente. Alguien dijo: Démoslo a los criados. Pero Freud,
más humano–dice, observa con sensatez: Eso no, también a ellos podría hacerles daño.
Y ve impresa en gruesos caracteres, más allá del estrépito verbal, como la
Biblia, la fórmula de la trimetilamina”.
Otto es culpable de la inyección, quiere decir que hay una
inyección, término fálico por excelencia, una solución inyectable que se
aplica. La jeringa está sucia. Todas las cosas que va asociando Lacan en esta
cuestión de pensar la inyección como algo realmente fálico, y lo que produce es
la trimetilamina, que es un producto de descomposición del esperma N (CH3)3. El amoníaco, todo este olor
que asocia Freud en relación a este zumo de ananás, puede representar el semen
y el erotismo uretral de que Freud había
analizado de sí mismo.
Como ven el inconciente como discurso del amo es una máquina
que pone en juego en esta segunda parte del sueño, los objetos de plus de goce que
cubren fálicamente el objeto que aparecía
descarnado en la primera parte
Y al final este objeto tan particular, que Lacan lo va
analizar mucho la trimetilamina, porque
lo interesante del tema no es esto que yo estoy diciendo en relación a la vestimenta
fálica del objeto, el objeto ahora ya no tiene su cara horrorosa sino su cara
brillante, trimetilamina‐semen. Pero lo interesante dice Lacan, es que él ve la
formula en el sueño, cosa que Lacan la hace figurar, este es un enigma que va a
quedar, es como si llegáramos a un punto de ombligo del sueño, donde acá hay un
tope, un “no sé más”.
Trimetilamina en el sueño de la inyección de Irma Lacan en el seminario II paginas 240 y 241 hace una investigación de la Trimetilamina. Elemento químico que aparece al final del sueño de la inyección de Irma que tiene Freud entre el 23 y el 24 de junio de 1895 y cuya fórmula ve en gruesos caracteres. Tal vez sea el sueño mas importante en la historia del psicoanálisis puesto que su auto interpretación lo lleva a Freud a su teoría del deseo inconciente.
Lacan busca la formula la pone en su dibujo de marca, y también refiere donde se encuentra esta sustancia en la realidad. De ahí saca su conclusión de que puede tener que ver con significados de productos de secreción sexual como el semen.
Pero a esto no le da importancia, busca la formula y en vez de la N de nitrógeno la sustituye por AZ para señalar todas las letras del alfabeto (el Alfa y el Omega de la Cosa) «το 'Αλφα και το Ωμέγα». "Yo soy el Alfa y el Omega, el primero y el último...del Apocalipsis. Es decir Lacan pone en este lugar el Nombre del Padre, la nominación fundamental. Significante Amo fundamental.
"Es un Freud- nos dice-que ha atravesado ese momento de angustia capital". Recordemos que es la visión de la garganta abierta de Irma con una mancha blanca, con sus cornetes y escaras, visión horrorosa que Lacan relaciona con lo real,“Hay, pues, aparición angustiante de una imagen que resume lo que podemos llamar revelación de lo real", por eso allí nos habla del coraje de Freud por no haberse despertado.
Y allí después nos dice "ve impresa en gruesos caracteres, mas allá del estrepito verbal, como el mane, thecel, phares de la Biblia la formula de la Trimetlamina"
Palabras estas hebreas cuyo significado es: El Señor Dios ha medido (“Mane”), hemos sido pesados en su balanza y hemos sido divididos ("thesel"), el pecado ha sido condenado (“Phares”), estas palabras aparecieron escritas con letras de fuego en el muro del salón donde Baltasar celebraba su última orgía mientras Ciro penetraba en Babilonia." (Libro de Daniel V, 5-6 y 24-28)
Lacan relaciona por lo tanto esta fórmula con signos sagrados bíblicos, como intentando decirnos que allí esta inscripta una cifra fundamental para el sujeto, mas allá esta el agujero fatal y desastroso de cada existencia
Lacan escribe la formula que plantea un orden simbólico último, "al igual que el oráculo, la formula no da ninguna respuesta a nada" por lo tanto significante sinsentido, asemántico, Allí Lacan nos adelanta lo que será mas adelante en su enseñanza el concepto de "letra". No hay en este sueño otra palabra mas allá....significante ultimo en relación a "la cosa" "Das Ding" que trabaja este sueño.
Este sueño nos muestra en este punto de letra, de juntura con lo real, un simbólico que hace litoral.
Litoral que en "Lituraterre" Lacan relaciona como borde de lo real donde la letra juega su partida.
Así podríamos pensar la relación entre sueño y arte...porque tanto en la producción onírica como en la producción de la obra de arte, nos acercamos a ese litoral....allí donde algunos soñantes pueden caer en la pesadilla o recuperar alguna formula como clave cifrada "no a leer" es decir no interpretable, y donde el artista se enloquece con su obra o logra con la misma cerrar su herida fundamental.
FREUD: El POETA Y LOS SUEÑOS DIURNOS:
¿No habremos de buscar ya en el niño
las primeras huellas de la actividad poética?
Acaso sea lícito afirmar
que todo niño que juega y fantasea
se conduce como un poeta,
creándose un mundo propio
o, situando las cosas de su mundo en uno,
de nuevo, grato para él.
Es que el hombre modela el significante con sus manos y de esta manera es el artesano de sus soportes (Lacan Seminario VII pag. 148)
las primeras huellas de la actividad poética?
Acaso sea lícito afirmar
que todo niño que juega y fantasea
se conduce como un poeta,
creándose un mundo propio
o, situando las cosas de su mundo en uno,
de nuevo, grato para él.
Es que el hombre modela el significante con sus manos y de esta manera es el artesano de sus soportes (Lacan Seminario VII pag. 148)
Ernesto Pérez
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