Los pueblos originarios tienen sus derechos innegables. Pero habría que hacer un poco de historia y no ser simplistas a la hora de reivindicar sus reclamos.
Planteamos que son un síntoma del malestar actual de los países de America Latina.
Estas comunidades son lo que queda de un exterminio, del cual no son agenos Cristóbal Colon y entre nosotros Julio Argentino Roca. La discusion de un cambio de monumentos por otros no es casual y tampoco es solamente un acto simbólico.
Los actuales propietarios de tierras muchas veces son los herederos de los que llevaron adelante ese genocidio.
Los pueblos actualmente llamados originarios, son poblaciones que sobrevivieron en los campos improductivos de toda una generación de terratenientes que no les importaba "que un grupo de indios" se dedicaran, (dentro de sus tierras que a ellos les parecía tierra solo para indios) a la producción artesanal de productos de su cultura. Algunos terratenientes hasta se aprovechaban de este trabajo y pagaban a un precio vil , mercancías que luego vendían en Europa ( y esto me consta en mis años de mochilero joven en donde recorri parte del pais).
Los dueños de la tierra como los inmortalizo Davis Viñas aceptaban este convivir, entre los que sobrevivieron al exterminio y el capitalismo agroganadero cada vez mas salvaje.
Pero los tiempos han cambiado con la soja y el mercado neoliberal: hoy es negocio hasta el ultimo rincón de tierra que estos poseen, entonces... desde la época menemista ha comenzado su expulsión lisa y llanamente de las tierras de propiedad privada o tierra del estado hecha privada por negocios turbios. Los expulsan, a veces a tiros, o con topadoras, he visto estas escenas en television.
Es un síntoma actual, ante nuestros ojos, de lo que fue y sigue siendo el exterminio de los pueblos originarios de toda América.
Es decir se vuelve a reproducir lo que ocurrió, los herederos de esa conquista salvaje o aquellos, muchas veces extranjeros, que compraron grandes extensiones, vuelven a expulsar a los herederos de aquella tragedia.
Pero entonces ¿que hacer?
¿Expropiamos a los dueños de esas tierras? ¿El derecho de esas comunidades es superior, al sagrado derecho a la propiedad que nuestra constitución ampara? ¿Debemos reformar la constitución?
No nos olvidemos que los dueños de la tierra por exterminio indígena son los fundadores de la patria, los que hicieron supuestamente con el ejercito y la iglesia La Nación.
Pero la reforma constitucional del año 1994 ampara el derecho a la tierra de los pueblos originarios.
Dice en su art. 75 apartado 17:
"Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingue e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos.
Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones".
Por otro lado existe en vigencia la Ley 26.160, que declara la emergencia de las tierras habitadas por comunidades indígenas y prohíbe sus desalojos.
¿Deberíamos entonces cuestionar las bases de la legitimidad de esa propiedad? Y en caso de que esto fuera posible, otros sobrevivientes de esas poblaciones, mas arraigados a la vida "civilizada burguesa" no tendrían derecho a gestionar una demanda concreta de su tierra ancestral? (no nos olvidemos que se trata solamente de tres generaciones, todavía hay viejos nativos que pueden contar como fue esa masacre)
Pero mas aun: Si los indigentes no pertenecientes a esas comunidades y sin tierra, reclamaran su derecho a tener un lugar ¿No tendríamos que pensar en algún tipo de sesión de tierras?
Llego al final de esta reflexión con esta pregunta; ¿Estamos dispuestos a dialogar en serio de que se trata? ¿el estado les debe dar cualquier pedazo de tierra hoy sin utilidad y que funcione como reserva indígena? ¿Es decir esto se resuelve con una especie de campo de concentración?
Estamos viviendo en el mundo una segregacion a gran escala, como no tiene antecedentes en la historia.
ERNESTO PEREZ
Subjetividad de la Época
Subjetividad de la Época
Ernesto Perez
"No hay otro tiempo que el que nos ha tocado"
Serrat
Significantes Amos que nos determinan. Que nos arrastran a una forma de gozar es decir de sufrir.
¿ideologías?: las ideas de la conciencia individual y del imaginario social,
¿los episteme?: conocimientos que los filósofos marcan como el filo de lo discontinuo en un período.
Mentalidades que la historia construye en un momento dado. Aquello que permanece y perdura en un tiempo y que conforman una época, del griego "epéchein": lo que continua, lo que persiste...
Pero " es verdaderamente contemporáneo, aquel que no coincide perfectamente con éste ni se adecua a sus pretensiones y es por ende, en ese sentido, inactual; pero justamente por eso, a partir de ese alejamiento y ese anacronismo, es más capaz que los otros de percibir y aprehender su tiempo”. “Contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir no sus luces, sino sus sombras. Todos los tiempos son, para quien experimenta su contemporaneidad, oscuros.” Giogio Agamben
Morir es un arte,
como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece un infierno.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación.
Silvia Plath
Ernesto Perez
"No hay otro tiempo que el que nos ha tocado"
Serrat
Significantes Amos que nos determinan. Que nos arrastran a una forma de gozar es decir de sufrir.
¿ideologías?: las ideas de la conciencia individual y del imaginario social,
¿los episteme?: conocimientos que los filósofos marcan como el filo de lo discontinuo en un período.
Mentalidades que la historia construye en un momento dado. Aquello que permanece y perdura en un tiempo y que conforman una época, del griego "epéchein": lo que continua, lo que persiste...
Pero " es verdaderamente contemporáneo, aquel que no coincide perfectamente con éste ni se adecua a sus pretensiones y es por ende, en ese sentido, inactual; pero justamente por eso, a partir de ese alejamiento y ese anacronismo, es más capaz que los otros de percibir y aprehender su tiempo”. “Contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir no sus luces, sino sus sombras. Todos los tiempos son, para quien experimenta su contemporaneidad, oscuros.” Giogio Agamben
Morir es un arte,
como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece un infierno.
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Supongo que cabría hablar de vocación.
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